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¿Cómo preparar tu auto para renovación con crédito inteligente?

¿Crees que estrenar auto es una de las experiencias más placenteras? Con el crédito inteligente puedes hacerlo cada dos o tres años. Todo es cuestión de preparar tu auto usado y llevarlo al concesionario para la renovación.

Allí te harán una oferta que servirá para saldar la última cuota y pagar el pie del vehículo nuevo.

Pero, ¿qué es el crédito automotriz inteligente?

Se trata de una modalidad de crédito promovida por Amicar, especialmente diseñada para que pagues cuotas flexibles y puedas renovar auto cuando vas a terminar de pagar la deuda.

Su funcionamiento es sencillo:

  • Pagas un pie de entre el 20% y el 49%.
  • Pactas un periodo de financiamiento de entre 25 y 49 cuotas fijas mensuales.
  • Al finalizar el periodo eliges entre renovar auto, devolverlo o conservarlo pagando una cuota final (50% en 25 meses o 40% en 37 meses).

Sin duda, un crédito mucho más flexible, que te permite disfrutar de un auto de modelo reciente sin tener que hacer grandes desembolsos de capital. Eso sí, para aprovechar al máximo la oportunidad tienes que preparar tu auto usado de la mejor manera.

¿Cómo preparar tu auto para la renovación con tu crédito inteligente?

Esto es cómo vender un auto usado. Si quieres obtener un buen precio, debes ofrecerlo en las mejores condiciones estéticas, mecánicas y legales. De lo contrario recibirás ofertas de compra mesuradas.

En ese sentido, antes de llevar tu auto al concesionario para la renovación con crédito inteligente, tienes que prepáralo de la mejor manera. La idea es que los técnicos que lo revisen le den una buena valoración. Algunas recomendaciones al respecto son las siguientes:

1. Tener el mantenimiento básico al día

Es lo más importante. A la hora de renovar auto, lo ideal es que todos los sistemas funcionen a la perfección, desde las luces hasta el motor en general.

Además, es bastante atractivo que las llantas estén relativamente nuevas y cuentes con una carpeta con las facturas o documentos que certifiquen los mantenimientos preventivos que le realizaste mientras fuiste su propietario.

Recuerda que estas mantenciones incluyen cambio de aceite y filtros, revisión del sistema de frenos, cambio de correa de distribución y verificación de mangueras y sistema eléctrico, entre otras intervenciones que garantizan un correcto funcionamiento.

2. Arregla las abolladuras o rayones que pueda tener el vehículo

Es normal que tu auto haya sufrido algún golpe ligero o rayadura. Arréglalos, así como cualquier deterioro en la pintura.

Aunque no representan problemas graves, sí afectan la estética del vehículo y pueden reducir su valor, ya que el concesionario tendrá que hacer las adecuaciones pertinentes antes de colocarlo en la sala de ventas.

3. Hazle la mejor limpieza de su vida

El objetivo principal es restaurar la apariencia de tu automóvil a su estado original, haciéndolo lucir como recién salido de fábrica. Para lograr este resultado, es esencial llevar a cabo una limpieza profunda y completa.

No te conformes con simplemente enjuagar la carrocería; es necesario abordar todos los aspectos, desde la tapicería hasta el motor, para asegurarte de que cada detalle esté impecablemente limpio.

4. Considera realizar mejoras si es necesario

Ahora que cuentas con un automóvil que luce tan impecable como si acabara de salir de la concesionaria y funciona sin ninguna falla mecánica, el siguiente paso es añadirle un valor adicional que realce aún más su atractivo, como integrarle un componente adicional, por ejemplo.

Sin embargo, es importante evaluar con detención cualquier mejora que se considere, asegurándose de que mejore la oferta que se recibirá y que no signifique un costo excesivo.

5. No olvides toda la documentación

Aquí debes reunir tanto la documentación que certifica el historial de mantenimientos realizados, como el Permiso de Circulación, el pago de impuestos y el Registro de Multas de tránsito no pagadas.

¡Listo! Ya sabes qué es el crédito automotriz inteligente y cómo aprovecharlo para tener vehículo nuevo frecuentemente. Eso sí, cuídalo al máximo para que la preparación sea más fácil y menos costosa.

Recuerda que el proceso es cómo vender un auto: entre mejor esté más alto será el dinero que recibas por él.