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¿Qué hago si tengo un crédito automotriz y quedé cesante?

Nadie está exento de quedarse sin empleo mientras está pagando un crédito automotriz. Sin duda, es una situación estresante que se agrava en la medida que pasan los días y no encuentras trabajo, porque debes cumplir igualmente con tus obligaciones financieras, pero no te desesperes.

Lo que tienes que hacer es administrar correctamente tus ahorros y buscar soluciones preventivas en caso de que sufras un despido, entre algunas de las más atractivas se encuentran:

Activa el seguro de cesantía asociado al crédito

Si contrataste un seguro de cesantía al solicitar el crédito vehicular y quedas involuntariamente en situación de desempleo, este puede cubrir hasta 5 cuotas en préstamos de 50 meses de plazo o más, o hasta 3 en créditos de 49 cuotas o menos.

Es decir, podrías tener la tranquilidad de no tener que pagar en 5 meses hasta que encuentras trabajo, siempre y cuando la pérdida de trabajo haya sido causada por razones ajenas a tu responsabilidad, como despido injustificado, caso fortuito, mutuo acuerdo con indemnización o necesidades de la empresa.

Si te ocurre, contacta a la compañía donde contrataste el seguro, informa tu situación de cesante y acredítala presentando la copia del fi­niquito y el certifi­cado de cotizaciones previsionales. Si todo está en orden, podrás estar tranquilo durante unos meses.

Negocia posibles soluciones con la entidad financiera

Si no tienes seguro de cesantía o ya hiciste uso de él y continúas desempleado, lo mejor es informar a la entidad financiera sobre tu situación, presentando los debidos soportes (finiquito, certificado de cotizaciones, etc.).

Esto te permitirá entrar a negociar con ella algunas soluciones, tanto en lo que respecta al pago del dividendo como en lo relacionado con gastos de cobranza, intereses de mora y reportes negativos a centrales de riesgo.

Algunas de las opciones que tendrás son las siguientes:

  • Prórroga de 2 o 3 cuotas del crédito automotriz (es probable que involucre algún recargo financiero).
  • Realizar un pago mínimo de la cuota, sin entrar en situación de morosidad (ten presente que solamente pagas una parte de la deuda, el resto continuará generando intereses).
  • Reprogramación o refinanciamiento del crédito automotriz (debes estar al día para hacerlo).

Evalúa muy bien cada una de estas opciones, tomando en cuenta los pros y contras acorde con tu situación financiera y el tiempo que podrías continuar cesante. De esa manera eliges la solución más adecuada a tus necesidades y reduces el riesgo de caer en nuevos impagos.

Vende el vehículo y paga la deuda

Este escenario es algo a lo que nadie quiere llegar, ya que solemos usar el auto con frecuencia y entrega una gran comodidad a nuestra vida, sin embargo, es la solución más idónea si la situación de desempleo se prolonga más de lo pensado.

Si logras vender el auto a un buen precio, puedes pagar la obligación y quedarte con un remanente para destinarlo a tus gatos personales. Lo cierto es que si eres honesto y transparente con las entidades crediticias, podrás construir una buena relación y cuando vuelvas a tener una estabilidad financiera, podrás comprar otro auto.

Eso sí, no olvides que el proceso para vender un vehículo “en prenda” tiene ciertas particularidades que debes tener en cuenta, como la necesidad de saldar la deuda antes de realizar la transferencia de propiedad, entre otras.

Es muy importante que cuides todos los detalles de tu vida financiera y consideres las soluciones presentadas, así evitarás incurrir en deudas que se vuelvan impagables y terminen en embargos, remate de tu auto y afecten tu vida personal.